lunes, 20 de diciembre de 2021

Palabras del fundador del PREC con motivo del 20° aniversario de la creación del sindicato

 Parròquia de Sant Josep Oriol (Barcelona), a 18 de diciembre de 2021



Buenas tardes,


   Quisiera en breves palabras decir lo que es el sindicato PREC, organizador del presente evento, las razones que motivaron su nacimiento hace justamente 20 años y que hoy celebramos, y lo que nos mueve a seguir, ¡adelante!, “Duc in Altum!”, conscientes y convencidos de que su voz es hoy tan necesaria como lo era en el momento de su creación.


Lo primero, explicar el significado de las siglas. Ello nos revela ya de entrada el núcleo esencial de lo que es el sindicato. Como sucede en la tradición bíblica, el nombre dado a un recién nacido revela la esencia de lo que se espera de él, de su destino.


Las siglas PREC dicen lo siguiente: La “P” de “profesores”, la sílaba “RE” de “religión” y la letra “C” sirve tanto como “Católica” o de “Catalunya”. Pero además, y principalmente, las letras PREC conforman en catalán una palabra con su propio significado: un “prec” es una petición, por extensión una “pregària” (plegaria).


Y esto significa que como sindicato, con todas las limitaciones personales inevitables, nos ponemos al servicio de la misión que la Iglesia nos encomienda pidiendo la ayuda del Señor para ser fieles en ella, y para que nos ayude en nuestras tres responsabilidades que son: defender las condiciones laborales del profesor de religión -especialmente en la enseñanza pública-; velar para que se respete en los centros docentes la decisión de los padres que desean y eligen para sus hijos la enseñanza de la religión católica; y defender la dignidad curricular de la asignatura de religión.


Estos tres elementos -la asignatura de religión católica, el trabajo de los profesores y el derecho de los padres- se unen interdependientemente y los tres buscan en definitiva el mismo bien: la enseñanza digna de la doctrina y la cultura católica para ayudar a los niños en su crecimiento moral y religioso y para configurar el día de mañana una sociedad más cristiana.


No voy a explicar las diferentes gestiones sindicales que hemos realizado durante estos años. Simplemente me voy a centrar muy brevemente en la razón histórica que nos movió a crear el sindicato y que persiste  en la actualidad.


La estabilidad del profesorado de religión se vio mermada progresivamente a finales del siglo XX de una forma dramática. Baste decir -como ejemplo- que en el instituto donde yo trabajaba pude ver como se pasaba de contar con cuatro profesores de religión a media jornada. El que se quedó a media jornada fue el que os habla y solamente, tras un par de meses de preocupación, me fue ofrecida otra media jornada.


En estas circunstancias ciertamente difíciles y alarmantes, una parte del profesorado representada por sindicatos de profesores anteriores al nuestro, creyeron encontrar la solución a sus problemas laborales en la creación de la asignatura de “cultura religiosa”, obligatoria para todos, desvinculada de la Iglesia y impartida por los profesores de entonces de religión católica.


Un grupo de profesores no compartíamos esta “solución”. Para nosotros ese “canto de sirena” era una traición a la misión que la Iglesia nos había encomendado, un olvido de los derechos de los padres que querían religión católica para sus hijos y no "cultura religiosa" y, en definitiva, algo que iba en contra de nuestra propia conciencia.


Y ese sentir se concretó en la creación del PREC para luchar por la estabilidad del profesor de religión desde su coherencia confesional.


Los que hemos formado parte del sindicato estos años -no siendo muchos ciertamente- y con diferentes orientaciones políticas y diferentes personalidades siempre hemos compartido este objetivo desde la convicción de que la Providencia del Señor no faltaría y que nos ayudaría en nuestro quehacer.


Y volviendo al momento actual, estamos convencidos de que -ante la ola laicista y hostil contra las tradiciones católicas en todas sus manifestaciones- es más importante que nunca que nuestra voz siga presente en el mundo sindical y en la sociedad.


El acto de hoy es y quiere ser una fiesta. Estamos ciertamente alegres de ver que nuestros esfuerzos han derivado en amistades sólidas; y los más veteranos nos felicitamos de ver que otros jóvenes cogen con fuerza y determinación nuestro relevo y entre todos formamos un equipo cohesionado e ilusionado. 


Y para terminar, también quiero reconocer el trabajo de la Junta actual que ha sido la responsable de revitalizar el PREC a partir del 2018, en unos momentos en los que volvió con fuerza el proyecto de "cultura religiosa" para suprimir la enseñanza confesional. 


En este contexto también quiero mencionar el recientísimo pacto de colaboración con el sindicato CSIF, el más representativo en el ámbito de la Administración de todo el Estado, del cual esperamos proseguir la acción sindical con mayor eficacia por el bien de la asignatura de religión y de los profesores que la imparten.


Mi agradecimiento a todos los que han colaborado y colaboran, y han sido o son miembros del PREC. 


Muchas gracias.


Adrià Parellada Díaz

Fundador del Sindicato PREC




jueves, 27 de mayo de 2021

Carta a Gabriel Rufián


Barcelona, a 24 de mayo de 2021 d.C. 


Ilustrísimo Señor Gabriel Rufián,

le escribo en calidad de presidente del PREC, sindicato de docentes de religión católica que ejercemos en centros educativos de titularidad de la Generalitat de Cataluña.

Hace unos días, unas palabras suyas en el Congreso de los Diputados generaron un gran revuelo al atribuir a los católicos la creencia en la existencia de “serpientes que hablan”, de “palomas que embarazan”; la fe en ”que las mujeres provienen de la costilla del hombre” y en castigos en forma de “lluvia de fuego”, y concluía su intervención dando a entender que creer en eso no era “normal”.  

En cuanto a la conclusión, creo que podemos estar de acuerdo: lo de ser católico practicante hoy en día en España no es muy “normal” y menos en Cataluña. Ahora bien, creo que hubiese sido mejor para llegar a la misma conclusión partir de verdaderos dogmas de la fe católica, por ejemplo: la creencia en la existencia de un “Judío que es Dios todopoderoso y eterno” que fue parido hace unos 2.000 años por una “Virgen Judía”; o algo, bastante más misterioso, como que los católicos hemos sido llamados a comernos “el Cuerpo y la Sangre de este Judío para tener Vida Eterna”. Todo, ciertamente, muy anormal.

Ahora bien, lo más surrealista es que esta “anormalidad cristiana” es tan común entre nosotros que incluso su nombre, Gabriel (“fuerza de Dios”), tiene su origen en ella. Se trata de una “anormalidad” tan notoria que ha significado un antes y un después para la historia de la Humanidad, como testimonia el que estemos en el año 2021 después de Cristo. Una “anormalidad” que ha alimentado la esperanza ante las dificultades de generaciones y generaciones de catalanes, durante más de 1.000 años, configurando la identidad del pueblo catalán, como ha quedado esculpido en la fachada del Monasterio de Montserrat, corazón espiritual de nuestra tierra: “Catalunya será cristiana o no será”. 

Pero, ¿qué es lo que tiene esta “anormalidad” que ha convencido a científicos tan insignes como el sacerdote checo Gregor Mendel -el padre de la genética- o al sacerdote belga George Lemaître que propuso la “Teoría del Big Bang” sin perder por ello la fe en Dios? 

Una de las obras que a nuestro entender explica mejor la razonabilidad de esta “anormalidad cristiana” es “Mero cristianismo” de C.S. Lewis, también autor de “Las Crónicas de Narnia”. Le hacemos llegar un ejemplar del libro y le invitamos a celebrar una reunión para poder contrastar posturas respecto al catolicismo y sobre el encaje de la enseñanza religiosa escolar en el sistema educativo catalán, puesto que nos afecta directamente como docentes de religión católica.

Hace unos meses, su partido logró introducir en la nueva Ley de Educación la posibilidad de que se imparta una asignatura de “Cultura de las religiones” en la escuela, una iniciativa que pone de manifiesto la importancia de esta cuestión para el futuro de nuestra sociedad.

Cordialmente,

Ignasi Díaz 

Profesores de religión de Catalunya responden a Gabriel Rufián regalándole el libro “Mero cristianismo” de C.S. Lewis

El sindicato de religión PREC muestra su preocupación respecto al proyecto de ERC de introducir en Primaria y ESO una asignatura de “Cultura de las religiones” que podría estar orientada a fomentar actitudes como la del diputado Gabriel Rufián  


Barcelona, a 26 de mayo de 2021

La semana pasada, el diputado Gabriel Rufián (ERC) protagonizó una nueva polémica al reprochar a los diputados católicos que tuviesen la pretensión de “dar lecciones de normalidad y adoctrinamiento” cuando ellos creen en “serpientes que hablan”, en “palomas que embarazan”, creen “que las mujeres provienen de la costilla de un hombre”, y creen “que si todos y todas nos llevamos mal vendrá una lluvia de fuego y nos quemará a todos y a todas”.

En respuesta a las declaraciones del diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, el Sindicato PREC, que representa a docentes de religión católica de escuelas e institutos públicos de Cataluña, ha enviado a Gabriel Rufián un ejemplar del libro “Mero cristianismo” de C.S. Lewis junto a un carta en la que se le invita a reunirse para contrastar opiniones respecto al Cristianismo y sobre el encaje de la enseñanza religiosa en el sistema educativo catalán.

Hace unos meses, el partido de Gabriel Rufián (ERC) logró introducir en la nueva Ley de Educación la posibilidad de que se imparta una asignatura de “Cultura de las religiones” en Primaria y ESO.

Para el PREC, las declaraciones del diputado de ERC son muy inquietantes puesto que ponen al descubierto las posibles intenciones oscuras por las que se pretende introducir la nueva asignatura: bajo la apariencia de una voluntad de combatir el “analfabetismo religioso”, lo que se podría pretender es imponer una visión sobre las religiones orientada a fomentar actitudes como las de Gabriel Rufián, a la vez que se vería reforzada la campaña de acoso y derribo contra la enseñanza confesional de la religión.    

La última maniobra del Departamento de Educación de la Generalitat para dificultar que se garantice la enseñanza de la religión católica, evangélica, musulmana o judía según la voluntad de las familias afecta al proceso de preinscripción que este año ha sido totalmente telemático. En este último procedimiento, el que afecta al curso 2021-2022, si bien es cierto que en el formulario aparece la casilla para solicitar o no la enseñanza religiosa para los hijos, en el resguardo en formato PDF que se genera no consta la opción escogida por las familias. Es decir, ninguna de las miles de familias que este año han participado en el proceso de preinscripción escolar para sus hijos en el segundo ciclo de Educación, en Educación Primaria y en la ESO puede demostrar de forma fehaciente si han escogido o no la enseñanza de la religión.